Anna Rawson no ha podido elevarse en la clasificación y saltar la valla de ese maldito corte que la persigue todo el año. Lo que ya puede comenzar a ser una obsesión para ella, mala cosa... Y no lo ha podido hacer porque tampoco su juego ha mejorado. Necesitaba entregar una tarjeta por debajo del par para tener posibilidades, limpiar los dos golpes de más de ayer. Y no lo ha podido lograr.
Hoy ha cubierto con enorme regularidad los nueve primeros hoy. Pero eso, importante en otras circunstancias, no era suficiente. Y las limitadas esperanzas que le restaban en la segunda mitad del campo se han desvanecido cuando ha penalizado bogey en el trece y en el quince, arriesgando, que era su obligación. Pero perdiendo. Se ha despedido del torneo con un birdie. Acaba con más tres cuando las últimas que pasan lo hacen con el par. No arregla su situación...
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